martes, 3 de junio de 2008

LOS CAMBIOS EN LA CIENCIA GEOGRÁFICA Y EN LAS CIENCIAS SOCIALES, NUEVOS PARADIGMAS PARA EL ESTUDIO DEL CAMBIO

La Jornada comenzó a las 9:15 del Viernes 30 de Mayo en el Aula Magna de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Barcelona. El tema que convocó las ponencias de este día se titula “Los cambios en la ciencia geográfica y en las ciencias sociales, nuevos paradigmas para el estudio del cambio”. Los coordinadores de la sesión fueron Joan Tort, de la Universidad de Barcelona y Pere Sunyer de la Universidad Nacional Autonoma de México. En esta oportunidad, el moderador de la jornada fue Onofre Rullan de la Universidad de las Islas Baleares. Se dio comienzo a las intervenciones con la ponencia de Ana Fani Alessandri Carlos de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, titulada “Geografía de la Acumulación” a la “Geografía de la Reproducción”: Un dialogo con David Harvey. Esta ponencia propone debatir acerca de la capacidad reveladora del espacio en la comprensión del mundo moderno. Para ello se basa en la tesis de que el espacio geográfico es condición, medio y producto de la reproducción de la sociedad, es decir, el espacio geográfico determina a la sociedad y viceversa, englobando varias escalas espacio-temporales y varios niveles de realidad, lo que permitiría prolongar la obra de Marx en el sentido de la construcción de una “teoría social del espacio” en los marcos de la geografía crítica radical. Tal razonamiento permitiría comprender, en los marcos de la Geografía, el pasaje de la noción de “producción del espacio” como la principal condición dentro de las condiciones de la acumulación del capital para la de “producción del espacio”. El punto de partida del debate se cimenta sobre algunos trabajos de David Harvey que defiende la tesis de que las crisis de acumulación del capital se resolverían en el mundo moderno a través del ajuste espacial.
El siguiente expositor fue Ulrich Oslender de la Universidad de Glasgow, quien trató el tema “Geografía del Terror: un marco de análisis para el estudio del terror”. En ella Oslender, sostiene que existe un cierto consenso respecto a que la denominada “guerra del terror” participa como eje ordenador de las relaciones internacionales políticas y diplomáticas. Lo que a juicio de Oslender parece ser controversial es a qué terror se refiere exactamente esta llamada guerra y quiénes serían los adversarios. Para el análisis de este tema, que impacta profundamente sobre la geografía, pero antes sobre las conciencias y sobre las culturas de los pueblos y sociedades, se presente un marco conceptual – metodológico que facilite el estudio del terror y por ende, del terrorismo que es precisamente aquello que ha dado en llamar “geografía del terror”, ya que este redefine los espacios y las dinámicas que en éste se generan. La propuesta intenta desmonopolizar el concepto de “guerra del terror”, sólo atribuido hacia la destrucción de los cimientos del Estado democrático neoliberal de occidente, ampliando su acepción también a aquellas actividades terroristas que estos mismos Estados emprenden y que intentan definir con adjetivos de distinta naturaleza. Además, Oslender propone una herramienta metodológica para estudiar el impacto y las consecuencias del terror en las poblaciones locales y por ende, en el espacio que éstas ocupan. Un ejemplo concreto es el cambio de significado del espacio en donde estuvieron ubicadas las torres gemelas, el cual antes de 2001, simbolizaba el poderío económico de una nación y la hegemonía de un modelo que a todas luces domina la escena mundial, por un espacio en donde el modelo se identifica como vulnerable y el lugar se vuelve un escenario de reflexión intensa y de dolor que lleva a cuestionarse los elementos que estructuran la forma de vida actual y la capacidad de comprensión y entendimiento entre comunidades y sus intereses.
Luego, tocó el turno del profesor Marcos Bernardino de Carvalho, de la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo, quién expuso el tema “Diez años de viajes a tierras extranjeras: miradas de un geógrafo sobre las historias que los cientistas sociales cuentan de sí mismos” La ponencia es definida como una incursión por las doctrinas de las ciencias sociales, teniendo como base las historias y testimonios que geógrafos, antropólogos, sociólogos e historiadores cuentan de sí mismos en el desempeño de sus trabajos. Esas historias disciplinares, normalmente editadas por los sesgos corporativos, se reúnen en este estudio, cotejadas y valoradas, como un intento por revelar los intereses e orígenes comunes, ya sea como personajes que comparten estas historias con especial atención en los debates que todos se involucrarán en las décadas de cambio entre los siglos XIX a XX. Este trabajo, sintetiza los resultados de una investigación inédita, que intenta así contribuir a estimular diálogos y también una mayor flexibilización de las todavía rígidas fronteras disciplinares existentes al interior de estos campos de conocimientos.
Posteriormente intervino el profesor Xavier Gil, historiador de la Universidad de Barcelona quien se refirió a los “Cambios en la Definición del Hecho Histórico”. El profesor Gil, señaló que para los historiadores, el concepto “hecho histórico”, como tal es un tema de análisis poco frecuente que ha estado más entregado al estudio de los filósofos sociales, a pesar de relacionarse de alguna forma con su campo de acción. La noción de hecho histórico ha cambiado en los últimos 20 años. Los cambios metodológicos y la pérdida de crédito de los grandes paradigmas explicativos sobre el hecho social, a saber, el marxismo, el funcionalismo, el estructuralismo y la teoría de la modernidad, inmediatamente después de la posguerra, son los elementos que han propiciado esta dinamización. Así entendido, el Profesor Gil se pregunta: ¿qué constituye un hecho histórico, siendo ésta una cuestión más o menos presente implícita o explícitamente dentro de la labor histórica? Durante los años 60 y 70, el afán de cientificismo en el análisis histórico ante el descrédito del positivismo, hicieron de la cuantificación del dato histórico, el elemento crucial para intentar objetivar la disciplina y con ello, el hecho histórico. Un artículo denominado “el retorno a la narrativa” da un vuelco a esta tendencia cuantificadora, tomando como punto de partida ciertas líneas de análisis. Estas líneas eran: 1) el revisionismo (cuestionamiento de las causas, recuperando la consistencia del hecho histórico, ante la existencia y reconocimiento de los “no hechos”); 2) la microhistoria influenciada directamente por la antropología, tratando de entender el hecho histórico, como un suceso más local, en contravención a los considerados “grandes hechos de la historia”, los cuales tienden a perder objetividad; 3) el giro lingüístico como mecanismo explicativo, situando a los fenómenos culturales en un tercer nivel de análisis, restituyendo al lenguaje como algo constitutivo de la acción humana (hecho lingüístico); 4) el posmodernismo, aunque se ha mirado con incredulidad. Esta línea postula que no hay diferencia ontológica entre la verdad histórica y la literaria. Para finalizar, el Profesor Gil señala que Historiadores como Davis y Carlton entre los años 80’ y 90’ consideran que más allá del discurso, hay realidad objetiva frente a los hechos históricos, es decir, el pasado sucedió. Por tanto, hay archivos y capacidad de los historiadores de conocerlos, constituirlos y analizarlos.

Luego de esta exposición, prosiguió el profesor Joan Carles Martori de la Universidad de Vic, quién mostró la posibilidad del cruzamiento de disciplinas para el análisis espacial, en su ponencia denominada “la incorporación del espacio en los métodos estadísticos, autocorrelación espacial y segregación” quién demostró, tomando como ejemplo la ciudad de Barcelona, las oportunidades que abre para el análisis de la realidad social, la incorporación de métodos estadísticos y econométricos en la geografía. Recalcando que su área de competencia es la economía y la estadística, el Profesor Martori, explica que la inclusión de modelos matemáticos en el análisis espacial se ha hecho, para este trabajo, tomando como base dos elementos 1) la matriz de pesos espaciales, que permite considerar las relaciones espaciales entre unidades de una manera manejable matemáticamente y 2) El concepto estadístico de autocorrelación espacial. Estos elementos fueron aplicados al caso de estudio mencionado, obteniendo como resultado la evidencia de una gran polarización de la ciudad, mostrando además que la supuesta integración de los segmentos sociales, sigue estando muy alejada.

La siguiente exposición presentada, fue de Cristián Henriquez Ruiz de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quien expuso el trabajo denominado “Apertura neoliberal y expansión forestal en la cuenca de Chillán: algunos factores para su modelación”. El estudio da una explicación acerca del desarrollo forestal de la Región del Bio-Bio en Chile y además observa que algunos factores vinculados al modelo económico y a las políticas públicas aplicadas, dejan en entrevero cuestiones asociadas al medioambiente y a la equidad social. El tema fue abordado tomando un paradigma retrospectivo que facilite la reconstrucción de la situación de la cuenca, a través de hechos históricos que influyeron en su modelación actual (colonialismo, auge exportador y sustitución de exportaciones) Luego se analiza el cambio en el uso del suelo, a través de antecedentes de distinta naturaleza y por último se propone un modelo predictivo, tomando en cuenta las actividades económicas y humanas que se desarrollan en el territorio estudiado. Uno de los hitos en que se centra el análisis es el Decreto Ley 701 para el fomento forestal, como medida de política que incentivó la reforestación, pero con un claro afán comercial, sin embargo, esto hizo su contribución al ecosistema y también ayudó a transformar a Chillán en la capital forestal del país. El estudio intenta ver que sucederá a futuro en esta zona, ya que no sólo actúa aquí la dinámica forestal, si no también la acción urbana. Algunas de las conclusiones más interesantes del estudio fueron que la expansión forestal no está asociada directamente a la aplicación del Decreto Ley 701; la forestación se está dando en la depresión intermedia del territorio, compitiendo con las zonas de agricultura; y en la pre-cordillera, compitiendo con el bosque nativo. Todo lo anterior, hace prever que este modelo de acción no es sostenible en el tiempo, ya que además las condiciones de los trabajadores forestales, no van a la par con el desarrollo del sector, también hay un impacto ambiental de importancia, provocado por este modelo de desarrollo.

A continuación, fue el turno del Doctor Joseph Muntañola, de la Universidad Politécnica de Cataluña quien habló en el marco de su ponencia “Geógrafos y Arquitectos: nuevos retos y viejos problemas” sobre la importancia de una revisión crítica del espacio para entender la relación entre geografía y arquitectura. En ésta, señaló que hay dimensiones científicas, artísticas y políticas que es necesario saber distinguir. Uno de los problemas en esta relación está asociado, de acuerdo a su visión, a cuestiones de actividad, comportamiento y forma. Hizo énfasis en la construcción de una realidad digital, a través del ordenador (arquitectura virtual) y el mundo real, es decir, la práctica. Éstos, dijo, son diferentes evidentemente, pero hay un punto en que se cruzan y ello no puede ser negado. También se refirió a la funcionalidad del diseño de los espacios urbanos y mostró ejemplos en donde esto ya se aplicaba en el siglo XIV. Para sostener la necesidad de una arquitectura más integrada a los espacios, más sostenible y que vaya en función de las necesidades urbanas o de la sociedad, el Dr Montañola, citó a Magnani quién propone una metodología de proyecto urbano autosostenible, redefiniendo la invención económica desde lo global a lo local. Para ello, se habla de ciudades monológicas y dialógicas, que deben proyectarse, impulsadas por un cambio en lo urbano, que comienza necesariamente en la niñez. El hombre de la ciudad monológica ve los espacios por sí mismo y para sí mismo, el hombre de la ciudad dialógica ve los espacios a través de otro, es decir, pensando en el otro. Este cambio, sólo puede lograrse con una correcta fusión entre arquitectura y geografía. Mostró, por último, experiencias en colegios de la ciudad de Barcelona.

Posteriormente el turno de exposición recayó en la Doctora María Angels Alió, de la Universidad de Barcelona, con su ponencia “La difícil transición hacia la prevención: aportaciones desde la política sobre residuos municipales”. Los objetivos de este estudio fueron verificar hasta qué punto se produce el avance del paradigma de la prevención de la contaminación en sociedades ricas, partiendo de la hipótesis de la transición ambiental que supone un proceso de cambio entre las relaciones de consumo y contaminación, tomando en cuenta que ya es posible realizar un balance al respecto. La gestión de los residuos domésticos es parte de un cambio importante en la ciencia y en los usos sociales, pero ¿cómo han aparecido y se han desarrollado modelos de prevención? ¿Cómo interactúan? ¿Qué obstáculos presentan? ¿Cuáles son los segmentos sociales implicados? La Doctora Alió menciona dos modelos de gestión de la prevención de la contaminación: 1) modelo de control, que se concentra en el desarrollo de técnicas para la gestión de los residuos y 2) modelo de prevención, considerando el fenómeno de la contaminación en el contexto de la sociedad, en donde no sólo las técnicas ayudan a gestionar el problema, si no también actividades desde la esfera política, cultural que desembocan de alguna forma, en cambios tecnológicos. Luego, comparó aspectos de gestión del reciclado entre el área metropolitana de Barcelona y ciudades de Estados Unidos, como San Francisco. En ello concluyó que a pesar de ser el modelo de prevención el paradigma predominante, aún se actúa en base al control.
Luego, fue el turno de Guilherme Ribeiro de la Universidad de París IV, quien habló sobre “modernidad y espacio, posmodernidad y mundo: crisis de la geografía en tiempos de globalización”. Ribeiro sostiene en su tesis que algunos autores hablan que la posmodernidad y la intensificación de la globalización les ha hecho sugerir que la geografía pasa por un período de crisis. Aunque admiten que el marco histórico y epistemológico actual fue sobrepasado por tópicos referentes al espacio, al territorio y los temas geográficos como un todo, su tratamiento lleva a concluir que la geografía es insuficiente como método explicativo de la realidad actual. Gracias a fenómenos provocados por las tecnologías de información, la velocidad del transporte y las acciones de las transnacionales, se ha originado un mundo incorpóreo, desencajado y desterritorializado, marcado por espacios yermos y vacíos. El problema radica en que el significado del discurso que apunta al fin de la geografía desconoce las diversas contradicciones colocadas por la globalización e impide un discurso crítico en torno a la misma, cuyos elementos constitutivos son exactamente el territorio, las fronteras y la materialidad del espacio como producto de las relaciones sociales disímiles.
Enseguida, tocó el turno a los expositores Nicolás Bautes y Caterine Reginensi de la Universidad de Tolouse, que expusieron “Miradas cruzadas entre antropología y geografía, actores, prácticas, cambios y sustentabilidades en los territorios urbanos” En su ponencia, los autores hablaron de una geoantropología, dejando en claro un cruce entre ambas disciplinas a partir de las formaciones académicas particulares. Bajo esta perspectiva, analizaron los procesos sociales de desarrollo turístico en zonas de Brasil, Guyana y la india, destacando los recursos espaciales, sociales y políticos. Analizaron así sistemas turísticos, tipologías y caracterización de actores, movilidades y redes sociales en una economía urbana y concluyeron que hay fases interactivas en el supuesto desarrollo sostenible del que mucho se habla e interfaces en espacios vivibles, es decir, que son ocupados por no-turistas o residentes. De esta forma se pueden identificar cuales son los modos de actuación que pueden ser definidos como sostenibles y porqué.
Prosiguieron en las ponencias Luz María García Herrera y Carmen Díaz Rodríguez, ambas de la Universidad de la Laguna. Su trabajo, denominado “El proceso de elitización: investigaciones y temas de análisis en la geografía española” se centró en indagar sobre la existencia o no de investigación española, asociada a este fenómeno que se conoce más por su nombre en inglés “gentrification” y que las autoras han traducido como “elitización”. Para las investigadoras el estudio del fenómeno es importante porque contribuye a la redefinición del espacio. Abordando la conceptualización y explicación de la elitización, además de una valoración de costos y beneficiados derivados de ella, sostienen que los análisis recientes tienden a revelar impactos que la elitización genera en los segmentos de bajos ingresos. Se identificaron beneficios tales como incremento de la base económica impositiva, diversificación social por el aumento de la clase media y la tendencia hacia una ciudad más compacta. Por otro lado los costos pueden evidenciarse en el encarecimiento de viviendas, pasando a convertirse en objetos de lujo; inexistencia de interacción social e insostenibilidad, ya que la elitización no paraliza la construcción inmobiliaria, como se pensaba hace algunos años. Para observar cómo se estudia el fenómeno en España se ha realizado un análisis bibliométrico, tomando publicaciones y revistas científicas relacionadas con geografía y se concluye que hay pocos avances teóricos y empíricos en el tema, predominando los análisis de casos, más que los trabajos teóricos.
De acuerdo al programa, la siguiente ponencia fue presentada por Cristina Hevilla, de la Universidad Juan Agustín Maza y Perla Zusman de la Universidad de Buenos Aires. Ellas expusieron el tema “Diez años de estudios de fronteras en los coloquios internacionales de geocrítica”. En su investigación observan que los procesos políticos a partir de los años 80’ hicieron aparecer nuevas fronteras y también nuevas reinvidicaciones culturales y religiosas. Asimismo, han observado que la llamada “guerra fría” va siendo desplazada por la “globalización”. La indagación realizada fue dividida bajo 3 líneas de acción: 1) procesos de desnaturalización de la frontera; 2) trabajos que llevan la teoría a las fronteras del pasado; y 3) trabajos que se centran en las nuevas territorialidades (desaparecen unas fronteras y aparecen otras). En el análisis realizado, las investigadoras concluyen que existe un giro epistemológico a lo largo del periodo de estudio, se analiza la fluidez y los significados simbólicos y culturales de las fronteras y se rompe la idea de frontera como barrera y se da paso a la concepción de frontera como un lugar con dinámicas propias. También se observa que existen nuevas territorialidades y procesos muy particulares como por ejemplo, la desterritorializacion de la Unión Europea para los ciudadanos europeos y al mismo tiempo, la territorialización del bloque para ciudadanos extranjeros. De esta forma las investigadoras concluyen que las fronteras siguen marcando determinados campos políticos y fenómenos de acción, a pesar del fenómeno de la globalización. Son planteados además, algunos desafíos para los próximos 10 años en los estudios que pretendan abordar la temática, como por ejemplo, enfatizar en la representación cultural, redefinir la identidad y sus significados, multiplicar y diversificar los estudios geográficos y analizar cómo los procesos globales influyen en la definición de fronteras.
La última exposición de la mañana fue presentada por Antonia Casellas de la Universidad de Lleida y se tituló “Geografía eco-crítica: el giro medioambientalista como eje vertebrador de una nueva territorialidad”. En la ponencia expresa la autora, que la geografía puede, con un enfoque medioambientalista, relanzar temas de geografía radical (medioambiente, equidad y justicia social) que permitan presentar, desde la geografía, ideas que orienten las políticas públicas. Se evidencia una imposibilidad de ejercer influencia sobre las políticas públicas en estas materias, a pesar de la bibliografía y de los estudios existentes. En los años 80’ los estudios de geografía se vuelven a enriquecer en el discurso, pero se cae nuevamente en las bajas posibilidades de influir en la esfera política. En un artículo inglés llamado “Qué queda” (what left?) se cuestiona lo que se ha hecho en geografía hasta ahora. Se vuelve a la desterritorialización del espacio, se llega a perder las verdaderas condiciones productivas. Otro elemento importante tiene que ver con la sostenibilidad. En trabajos del año 94’ se evidencian ciertos niveles de conciencia medioambiental. Por un lado, se reconoce, pero no se puede hablar, es decir, hay técnicas concretas para tratar de solucionar los inconvenientes medioambientales. Por otro, si el problema ambiental existe, es por la existencia de un grupo de problemas que crean uno más complejo y por sobre los demás. Lo peligroso es querer solucionar con técnicas, un problema que va más allá de la consecuencia ambiental directa. Así, el concepto de sostenibilidad parte de la premisa de que las “tecnologías verdes”, pueden solucionar los problemas ambientales. Sin embargo, gran parte de la solución a estos problemas no radican sólo en la técnica que se utilice contra el flagelo, si no más bien en la conciencia y la ética que se genere respecto al problema en su conjunto. Así visto, el problema sería político. La autora considera que las disciplinas sociales deben crear modelos alternativos por medio de 3 puntos: 1) cuestiones metageográficas. Nuevos modelos analíticos de ecología radical, ya que implica cambios en la legislación, en los modos de producción y en los estilos de vida, en general; 2) se necesita para esto, una geografía con ideología que contenga una visión de futuro; y 3) la geografía debe plantearse cuestiones empíricas del aquí y del ahora, teniendo sensibilidad respecto a las soluciones que la comunidad pueda proponer a problemas que le afectan directamente.

CRONISTA: Claudio Canales Rios